lunes, 13 de febrero de 2017

BISMARCK (I)

http://de.academic.ru/dic.nsf/dewiki/465065
En 1871, Guillermo I era coronado Kaiser, César, emperador de Alemania, en la impresionante ceremonia del Palacio de los Espejos, en Versalles. Nacía una nueva gran potencia, desde el punto militar militar e industrial la primera potencia del mundo; pero Bismarck, conseguido su objetivo, renunció por sistema a toda política intervencionista, y Guillermo I (realista como él), aunque no siempre compartiera sus criterios, le comprendió perfectamente y le dejó hacer. La política bismarckiana fue desde entonces un ejemplo de prudencia y de respeto al principio (si se quiere principio sin principios, pero respetuoso con los demás) de la balance of powers. Comprendió sagazmente que Alemania había conquistado un primer puesto en el mapa de la clasificación de fuerzas, pero por eso mismo era lo más lógico que se formase una alianza antialemana: siempre había sucedido así, desde los tiempos de Felipe II, más desde los de Luis XIV y mucho más todavía desde los de Napoleón. Había que evitar a toda costa una alianza antialemana, y no precisamente a costa de una guerra, porque siempre los "aliados" habían acabado imponiéndose al "núcleo" hegemónico. Su táctica era la del "status quo", y, si llegaba a insinuarse una alianza, Alemania no debería en modo alguno enfrentarse a ella, sino integrarse en ella.

José Luis Comellas, Páginas de la Historia, Madrid, Rialp, 2009, página 296.

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